martes, 8 de marzo de 2011

Amanecer y otra de Serrat


...Y bueno, pues, un día más que se va colando de contrabando. Y bueno, pues, adiós a ayer y cada uno a lo que hay que hacer. Tú, enciende el sol. Tú, tiñe el mar. Y tú, descorre el velo que oscurece el cielo, y tú, ve a blanquear la espuma y la nube, la nieve y la lana, y tú, conmigo a cantar la mañana.

Así dicen los versos del poético Serrat, y lo dicen cada día desde hace varios, porque siempre escucha esa canción para despertarse del todo.
Como siguiendo una receta, abre las cortinas, deja que entre el sol en la habitación, observa la calle apenas un segundo, y empieza su día; este día, tan parecido y tan distinto al de ayer.


Que hay que empezar, un día más. Tire pa'lante que empujan atrás.
Empujan los temores por arruinar su día. Empujan los recuerdos, malos y buenos; en todo caso pasados inútiles que enturbian su cielo. Así que mira al frente, a ese pa’lante que dice Serrat, y que pinta mágico como cualquier promesa.

Tú a dibujar la espiga y la flor. Tú haces de viento,
dales movimiento, y tú les das color. Tú amasa los montes,
tú al pozo a baldear. Y tú conmigo y el gallo a cantar, que hay que empezar…


Espigas y flores que nacen cada día, pero depende de una (o uno) cómo hacerlas crecer y cuán hermosas sean. Y para eso hay que luchar contra el limo y el barro, pero esa es otra canción.

De momento hay que mantener esas espigas y esas flores, tímidas, pequeñitas y luchadoras, y darles un poquito de viento que las libere de plagas y les airee las cabecitas tiernas y vulnerables. Y amasar montes de esperanza, y baldear agua, hasta que salga limpia del pozo de los sinsabores…Pero está él para acompañarle con el gallo, que ya canta, siempre con prisas.


Si le falta usted, a un mundo enfermo y con canas, ¿Quién va a hacerle la cama, y quien le peinará la frente?, ¿y quién le lavará la cara?. Si falta su risa, para echarle a andar…¡Venga conmigo y el gallo a cantar, que hay que empezar!.

Se mira en el espejo; faltan las canas, para lo que dice Serrat, pero sabe que ahí está la enfermedad, la del alma, la que aún no ha sanado. Por lo demás, piensa sonriente que él le peina las arrugas de preocupación de la frente, dejándola lisa por la esperanza. Él lava su cara de tristeza, dejándola limpia con su alegría. Él no la priva de su risa, echándola a andar…Y los dos siguen el paso a ese gallo pesado que se desgañita y se llama vida.

Y vuelta a empezar, ¿por qué no?...Al fin y al cabo, la de la canción era solo “una paloma morena”; ella tiene dos hermosas palomas blancas, para traerle la paz.

5 comentarios:

Marmopi dijo...

Siempre tendremos a alguien que nos encienda el sol, nos dé color, que tiña nuestro mar o que nos descubra el velo que oscurece nuestro cielo.
Dos palomas blancas... ¡tiene mucha suerte!

Un beso, guapetona mía. Si sirvo a la protagonista de tu relato, aunque sea de gorrioncilla... :-)

Anónimo dijo...

Parece que lo hubieras escrito para mi, niña...

Preciosa, como todas, por cierto, esa canción de Serrat...Y preciosos tus comentarios y el jugo que le sacas...

Lo raro es que esa canción yo no la conocía ¿andará por el youtube?....(?)....

Unknown dijo...

Los recuerdos, buenos y malos, con el paso del tiempo llegaran a fundirse, formando parte de esas dos palomas blancas... y seguiran en ellas mientras nos recuerden.

besos

Lola Romero Gil dijo...

¡Mira que bien, ya tengo una gorrioncilla voluntaria!, pa la saca, Marmo ;)
Un beso.

Piru, la canción se llama "Canción para despertar a una paloma", es más largo pero con eso sale,jeje. Dejo enlace, si el sistema me deja
http://www.youtube.com/watch?v=v176GVV42bU&tracker=False

Esrita, el tiempo, ese gran nivelador...,pero a veces demasiado lento y otras demasiado rápido..¿o seremos nosotros?

Por ejemplo, ahora voy con prisas, y no es el gallo :)
Gracias a los tres, abrazos.

Carmen dijo...

¡Que bonito tener a alguien que nos encienda el sol a pesar de que el cielo amanezca cubierto de nubes negras!

Un beso, me encantó.

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